Hay veces que es necesario pensar de quien es la culpa. Nadie es completamente inocente, la culpa no siempre puede ser del otro. Como he leído recientemente en el libro "No es lo mismo" de mi querida Coach -Miriam Ortiz-, "al declararnos no culpables, declaramos también nuestra inocencia". Como dijo -Akio Morita- "Lo importante en mi opinión no es echar la culpa de un error de alguien, sino averiguar qué causó el error" Continuo citando el libro "No es lo mismo": "Al aparecer como victimas damos imagen de ser la parte más débil, encontrar culpables es sencillo, forma parte de la capacidad que tenemos para construir explicaciones".

Hay una frase muy recurrente que dice que es preferible ponerse una vez rojo que cien amarillo. Si buscamos que parte de culpa es nuestra en un conflicto y llegamos a ser objetivos, en coaching ponernos en el lugar del otro suele funcionar bastante bien, reconociendo desde una mirada responsable que podíamos haber hecho mejor, la descarga emocional que se produce es tan importante como el aprendizaje que nos aporta para futuras ocasiones. Y ¡¡¡cuidado!!!, la culpabilidad puede venir de un conflicto interno con uno mismo, ¿de quién es la culpa entonces? ¿De la otra parte?.

Preguntas que hay que hacerse a uno mismo como las siguientes ayudan a encontrar esa parte de responsabilidad necesaria en cualquier conflicto:

• ¿Cuál es la solución?
• ¿Qué nos hizo actuar así?
• ¿Qué necesito para lograrlo?
• ¿Qué me aporta esta experiencia?
• ¿Qué aporta a mi equilibro este conflicto?

Terminado replicare una frase que oía a menudo en una de la empresas donde trabaje en el pasado y que me recordó no hace mucho un gran amigo y exjefe: "Donde no hay ganancias todo son perdidas" ¿Cuántos conflictos empiezan sabiendo que lo único que puede ocurrir es que se pierda algo?

Francisco Ramos

Coach Consultor

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